Casa nueva y hasta con gallinero: Es tanta la alegría que tienen los hermanos Aragón que no se cansan de agradecer. Hasta hace unos meses el destino de Julio (78) y Augusto (74) era el Hogar de Ancianos porque el rancho donde vivían estaba a punto de derrumbarse por el azote de los temporales de lluvia y viento. Los Aragón, que viven en 9 de Julio, al igual que toda su familia, no querían dejar el lugar sobre todo porque allí tienen gallinas y hasta una pequeña chacra. Pero el panorama les cambió por completo cuando se enteraron que además de construirles en ese mismo terreno un módulo habitacional con todos los servicios, les iban a hacer nuevos gallineros. Ayer terminaron el modulo y hasta tienen una cocina nueva.

El sitio está equipado con heladera, sanitarios y hasta un modular impecable. Los hermanos Aragón no se cansan de observar la galería que los abriga del frío y los protege del Sol, mientras que recorren el fondo y miran las nuevas estructuras construidas de palo y tela donde están todas sus gallinas. “Es una alegría enorme. No teníamos a dónde ir y en el Hogar de Ancianos nos íbamos a morir. No queríamos dejar los animales y sobre todo, esta tierra que es el lugar donde crecimos y donde vivieron nuestros padres y abuelos”, contó Julio, mientras acomodaba una silla de totora afuera de la flamante vivienda para ver cómo el Sol se ocultaba entre los cerros.

Noticia publicada en Diario de Cuyo